Esta condición afecta al esmalte de los dientes, y sin suponer un peligro para la boca, puede alterar su estética.
Desde Bucalia vamos a hablarte de qué es la fluorosis dental, qué causas visibles pueden ayudarte a identificarla y qué tratamientos existen.
¿Qué es la fluorosis dental?
Es una alteración en la formación del esmalte que se produce durante la infancia (aproximadamente desde el primer trimestre del embarazo hasta los seis años de edad).
Es provocada por una exposición al flúor durante este periodo, lo que impide que el esmalte se mineralice correctamente.
Causas comunes de la fluorosis dental en niños
Existen varios factores que pueden contribuir a la sobreexposición de flúor:
- Agua con altos niveles de flúor: si contiene más de 1,5 mg/l puede incrementar el riesgo.
- Suplementos o alimentos con flúor: puede acumularse si se combinan varios productos fluorados (colutorios y enjuagues, mariscos, pescados de agua salada…).
- Pastas o enjuagues bucales fluorados en exceso: especialmente en niños que tienden a tragar la pasta o no escupen bien.
Síntomas
Los signos de fluorosis pueden variar según su gravedad:
- Leve: observaremos pequeñas manchas o líneas blancas, opacas (difíciles de percibir).
- Moderada: manchas blancas más extensas, con posibles estrías o áreas con pérdida de brillo.
- Severa: manchas marrones, hoyuelos en el esmalte, textura áspera o dentadura con aspecto desgastado.
En los casos más marcados, el esmalte puede volverse frágil y predisponer nuestra dentadura a sufrir de caries o sensibilidad. Un odontólogo puede identificar la fluorosis dental en una revisión minuciosa. No obstante, en ciertos casos puede ser necesario hacer una evaluación adicional para descartar otras afecciones del esmalte, como los defectos hereditarios o la hipoplasia dental.
Tratamientos
Según la severidad y el impacto que esté produciendo a nuestra estética, podremos optar por dos tratamientos:
- Severidad leve: con técnicas suaves como la microabrasión o el blanqueamiento dental podemos mejorar la apariencia.
- Severidad moderada: en algunos casos, es recomendable recurrir a soluciones más duraderas, como las carillas de cerámica, coronas o resinas estéticas.
Con estas opciones podemos recuperar una sonrisa uniforme sin comprometer la funcionalidad de nuestros dientes.
Prevención: cuidar desde los primeros años
Para evitar una sobreexposición al flúor y la alteración que puede producirse en nuestro esmalte, aquí te dejamos algunos consejos:
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- En el caso de niños pequeños, utiliza poca cantidad de pasta dental (el tamaño de un guisante).
- Supervisa el cepillado para asegurarte de que el niño escupe la pasta en lugar de tragarla.
- Infórmate sobre la concentración de flúor en el agua de tu zona y evita que ingiera dicha agua.
Si bien el flúor tiene su función a la hora de prevenir la caries, debe manejarse con prudencia. La clave está en identificar en qué situaciones el niño está expuesto al flúor (como el cepillado de dientes, enjuagues o ciertas comidas).
También es importante observar si aparecen manchas blancas o cambios en el esmalte, en cuyo caso, no esperes: consulta con tu dentista.
Si quieres que te ayudemos a prevenir, detectar o tratar la fluorosis dental, pide cita en tu clínica Bucalia más cercana o contacta con nosotros aquí.