Si utilizas un aparato dental removible o una prótesis, hay que tener en cuenta que debemos limpiarlo como limpiamos nuestra boca. Este tipo de aparatos, tanto por llevarlos puesto durante horas como por los materiales con los que están hechos, acumulan placa bacteriana y sarro en su superficie.
¿Cómo debo limpiarlo?
Lo ideal es limpiarlo dos veces al día, por la mañana y por la noche y, si es posible, después de las comidas. La limpieza se debe hacer con un cepillo distinto al que usamos en nuestra higiene diaria, ya sea con un cepillo normal o con cepillos especiales que se pueden comprar en farmacias para aparatos dentales y prótesis.
También es importante realizar una limpieza más profunda utilizando el producto que nos haya recomendado el dentista o con las pastillas efervescentes limpiadores que existen en el mercado de varias marcas. Otra forma de limpiarlos (complementaria) y que suelen recomendar los especialistas es el hipoclorito de sodio diluido en agua. En esta sustancia sumergimos el aparato o la prótesis durante una hora aproximadamente para desinfectar, desodorizar y blanquear el aparato.